¿Cómo que no?
Como que no. El libre albedrío lleva mucho tiempo funcionando.... Por mucho que nos parezca un milagro... NO TIENE POR QUÉ SERLO.
Que existamos en toda nuestra complejidad (y todo es relativo, pues cómo encajar la existencia de algo más complejo que nosotros mismos, que apenas llegamos a nuestra íntima comprensión...., lo cual no significa que seamos muy complejos, puede que sólo ponga de manifiesto que somos muy cortitos... jaja), pues eso, que existamos en toda nuestra complejidad, no significa necesariamente la existencia de un creador todopoderoso... y eterno... principio y fin de todas las cosas.
Somos minidioses ignorantes. No existe el destino, no existe Dios, tal y como nos lo presentan.. ¡a nuestra imagen y semejanza! jaja. Sí, ya sé que es al revés... pero realmente lo pensamos así, al revés, pues nuestra soberbia y egocentrismo nos hace ser el centro del Universo.... según San Humanidad...
No me malinterpretéis, el hecho de que no haya un Supremo Hacedor capaz de hacer algo tan genial como la vida, el mundo, los seres humanos (¿somos tan geniales?), no significa que no podamos admirar el resultado de esta larga evolución. Y tampoco tiene tanto mérito, quizá tendría que ser aun mejor, pues con tanto tiempo.... el libre albedrío trabaja realmente despacio.... Y es normal. Y relativo otra vez.
¿Qué es un Dios?
Bueno, cuando iba a la catequesis, mi hermana, que era mi catequista, me leía la respuesta a una de las primeras preguntas que había en aquel librito de los domingos:
Dios es sabio, poderoso y eterno, principio y fin de todas las cosas.
Y bueno, según estas cualidades, todas ellas relativas a cantidad de variantes, el hombre puede ser un Dios:
Somos sabios, pues somos conscientes de nuestra existencia, lo cual es una de las mayores sabidurías que existen, y nos preguntamos muchas metafísicas, curiosidad que probablemente no sea muy práctica, pero ahí está...
Maraña de caminos Tejido neuronal? Complicaciones varias Red atrapa-pensamientos Crepúsculo en O Ceo, retocado, sólo un poco... |
Así, el éxito o fracaso también pasa a ser algo muy casual, y relativo, claro, otra vez... Y cuántas veces de un éxito sale un fracaso y un fracaso revierte en un éxito... A veces es largo de entender, y puede llevar toda una vida el saber que estabas equivocada... O no, ¡a pesar de nuestra gran sabiduría! El relativismo, además del libre albedrío, también puede más que nuestra sabiduría, más que nosotros.
Somos eternos. Claro que sí: nuestros componentes, nuestra energía, estaba en el big bang. Ocupabamos muy poco, éramos muy densos y explotamos, y ahora nos expandimos, otra vez relativamente, pues la gravedad nos va reuniendo de nuevo, nuestros fragmentos. Los agujeros negros van engullendo de nuevo toda la materia y energía, hasta que volvamos a ser uno, pequeño y denso, y volvamos a explotar en un nuevo latido....
(Todo esto me lo imaginé?? Sí, puede que sí, pero quien es el guapo o guapa que puede refutármelo.... Además, hace tiempo que renuncié a la originalidad, pues sé que esto mismo lo han dicho o pensado más personas, más fragmentos de Universo expansivo.. Sí, estoy segura... Y no es plagio, sólo son universos paralelos, caminos convergentes...)
Somos principio y fin de todas las cosas: están ahí porque las vemos, las pensamos, les ponemos nombre y las hacemos nuestras. Las sentimos, las sospechamos o las imaginamos, y no hace falta más...
Somos trocitos de Dios. ¿Soy panteísta?... Y seré... Yo qué sé...